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Pie diabético, una complicación de impacto
Escrito por:
Dr. Dennis Canales. Médico Internista.
Revisado por:
Dr. Gustavo Cuellar. Médico Familiar.
Palabras claves:
Ulcera, llaga, infección, pie, diabético, amputación, neuropatía
Reutilización de elemento de catálogo
Familia:Salud-al-día
martes, 10 de diciembre de 2019
306
miércoles, 7 de febrero de 2024
No
La afectación de los pies en los pacientes con diabetes es frecuente. Un 15 a 20 % de las personas con diabetes desarrollarán problemas en sus pies, que pueden evolucionar a ulceraciones (llagas) y a la amputación de uno o varios dedos, y en el peor de los casos del pie o parte de la pierna.
Según algunos estudios, el 50% de las causas de ingreso en el hospital de los pacientes diabéticos es el pie diabético (en cualquiera de sus diversos grados de gravedad).
El principal factor responsable de las lesiones del pie diabético y sus mecanismos de producción es: la pérdida de sensación en la planta de los pies (polineuropatía sensitiva y propioceptiva).
En segundo lugar, la mala circulación venosa y arterial de los pequeños vasos que alimentan de sangre los tejidos del pie. Esto se manifiesta en lo que llamamos isquemia de tejidos, lo que favorece a la mala cicatrización y ulceración con la consiguiente infección. Esto último, muy particularmente favorecido por un descontrol de los niveles de azúcar en sangre (diabetes descompensada).
Todo esto no suele ser detectado a tiempo, por no tener el hábito del cuidado y revisión regular de las plantas de los pies y el resto de regiones (ej. Entre los dedos).
Puede reducir el riesgo de esta y otras complicaciones de la diabetes, manteniendo los niveles de azúcar en sangre en los rangos establecidos como meta por su médico, y acudir a chequeos regulares con él. También se puede reducir el riesgo autorrevisándose o examinándose los pies con regularidad. Esto ayudará a detectar tempranamente cualquier lesión y acudir oportunamente al médico.
A continuación, los condicionantes de riesgo para que un paciente diabético padezca de pie diabético:
- Si ha tenido úlceras o llagas en el pasado.
- Daño nervioso (alteración en la sensibilidad).
- Pobre circulación venosa o arterial (isquemia por mala oxigenación de los tejidos).
- Cualquier deformidad en el pie (favorece lesiones en puntos específicos de apoyo o presión).
Examen de los pies
Un examen de ambos pies con regularidad sirve para detectar riesgos o daños a tiempo. El autoexamen visual debe hacerse cada día (dentro de su rutina de baño o mientras se viste), no solo de la planta de los pies, sino también en la región interdigital (la zona entre los dedos). Buscar piel reseca, con fisuras, callos, llagas, ampollas, con cambios de color, calientes o dolorosos. Use un espejo para ponerlo en el piso y verse la planta de los pies, o pida ayuda a un familiar.
El examen clínico lo debe realizar el médico cada vez que vaya a control o consulta, para verificar la circulación y sensibilidad en sus pies.
Mantenga controlada la diabetes
Un buen control de los niveles de azúcar en sangre, con base a las metas establecidas por su médico, no solo reducirá el riesgo de las lesiones en los pies, sino también en ojos (retina), riñones, corazón, cerebro, etc.
No se exponga al tabaco
Ya sea dejando de fumar o dejando de ser un fumador pasivo (persona que no fuma, pero que se expone al humo de tabaco de un fumador activo).
Cuide de sus pies
Evite acciones que causen daño al pie, caminar descalzo o exponer la piel de los pies a altas temperaturas o bajas temperaturas.
Corte de uñas
Algunas escuelas de medicina recomiendan que sean limadas, para reducir el riesgo de lesiones con los instrumentos de corte. Es recomendable que se lave los pies con agua y jabón, y luego se aplique alcohol gel, antes del recorte de las uñas.
Lave y revise sus pies
Todos los días, con agua tibia y jabón suave. Séquelos bien y preste atención al espacio entre los dedos. Utilice cremas hidratantes en cantidad suficiente y seque antes de ponerse los calcetines, medias o calzado.
Cuidado con los callos
Si aparecen callos, consulte a un especialista (médico o podiatra – especialista en pies).
Proteja sus zapatos
Los calzados que no utilice con frecuencia, guárdelos en un lugar fresco y ventilado, para evitar la humedad. Expóngalos a la luz solar ocasionalmente para evitar hongos.
Utilice calcetines de algodón
Se recomienda que sean de color blanco, lo cual hará evidente cualquier secreción proveniente de heridas o infecciones. Utilice zapatos cómodos del frente, que permita tener holgados los dedos.
Referencias:
Pie diabético, una complicación de impacto